Ya sabéis que este año me ha dado fuerte con las manzanas.
Uno de los postres más recurrentes en mi casa, sobre todo a la hora de la cena, este otoño y el pasado es la compota.
Es algo tremendamente sencillo de preparar, ligera y maravillosa para comer tanto calentita como a temperatura ambiente.
Se puede comer tal cual o mezclada con un puñado de frutos secos, un par de cucharadas de galletas machacada por encima (tipo crumble), con pasas, con una bola de helado de vainilla, acompañando un trocito de bizcocho,....¡las posibilidades son infinitas!
Ingredientes:
- 1 Kg. de manzanas (variedades duras son mejores para esta receta, porque así no se deshacen al cocerse)
- 3 ó 4 clavos de olor
- 2 vainas de cardamomo
- 1 palito de canela
- 1 estrella de anís
- 1/2 taza de azúcar
Partimos las manzanas en cuartos, las pelamos y les quitamos el corazón (para que no se vayan poniendo feas, las que ya estén listas las introducimos en un recipiente con agua y un poco de zumo de limón, así evitamos que se oxiden).
En una sartén amplia ponemos dos o tres cucharadas de agua, todas las especias, encima colocamos las manzanas unas al lado de otras y por último el azúcar por encima.
Lo ponemos a fuego medio y cuando empiece a hervir bajamos el fuego y lo tapamos. Dejamos cocer las manzanas 15 ó 20 minutos, hasta que estén blanditas y ya podemos disfrutar de este magnífico postre otoñal.
Espero que os haya gustado.